Por Rob Arteaga ( * )
“¿Me amas?,” pregunta ella. “Claro, por eso trabajo tanto por nuestra familia,” le contesta él. Si supiera él que ella lo que quiere es que le ponga más atención y que la valore como mujer para sentirse más atendida. Y si supiera ella que el amor para el hombre es usar sus habilidades para sacar adelante a su familia, él estaría más contento. Los hombres y las mujeres estamos hechos de maneras completamente distintas. Muchas veces nuestras intenciones son buenas pero la manera en que nos comunicamos, hombres y mujeres es tan opuesta que causa problemas en la relación.
La clave para evitar los malentendidos esta en dos conceptos importantes, son los siguientes:
Entender las diferencias entre los hombres y las mujeres para guiar nuestra comunicación.
A las mujeres les encanta que se les reconozca sus emociones y que uno sepa apreciar esos sentimientos, buenos y malos. Es decir, la mujer es un ser emocional y así como tiene ratos donde esos sentimientos son positivos, hay ratos donde sus hormonas están causando una revoltura adentro de ella y no puede evitar el mal humor. En esos ratos es importante recordar que no es ella hablando si no que esos cambios químicos la vuelven malhumorada. En la mayoría de los casos la mujer está buscando que el hombre solo la escuche para desahogarse en ese momento. Y lo que hacemos nosotros como hombres es tratar de arreglarle la situación y muchas veces un: “Si tienes razón” o un abrazo es más que suficiente.
Para el hombre es importante que se le reconozcan sus habilidades y se les aprecie. Por ejemplo, en el área laboral, el hombre necesita del reconocimiento. Y como eso se puede convertir en rutina a la mujer se le puede olvidar el esfuerzo que el hombre le pone diario para proveer para la familia. Lo peor que se le puede a hacer a un hombre es menospreciar el esfuerzo que él le pone a la relación, porque en muchos casos eso es lo que él piensa que debe hacer. Interésese en lo que a él le importa para que esté más dispuesto a escucharla a usted. Eso también se puede ver en los hobbies del hombre. Por ejemplo, si le gustan los deportes o tecnología, interésese por aquello que a él le apasiona.
Use la empatía
La empatía es poder identificar el estado mental o afectivo de otra persona. En nuestra cultura es más común que nos preocupemos por nosotros como individuos. Y aunque existen maneras de conectarnos tecnológicamente, eso no reemplaza el contacto de cara a cara que es importante para poder entender mejor a nuestra pareja y estar mejor en nuestra relación. Por ejemplo, cuando nosotros los hombres preguntamos, “¿Que tienes?” y la respuesta es: “Nada…” Siempre está acompañada de un gesto o seriedad que indica que ella está molesta. Pero como tenemos que preguntar qué es lo que está mal, eso las enfurece más porque no tenemos idea de lo que siente. Si aprendemos a usar la empatía nos ponemos en el lugar de la otra persona para poder entender su punto de vista y entender mejor por lo que está pasando.
Para la mujer es más fácil ser empática. Eso es porque ella está biológicamente preparada para identificar lo que sus hijos sienten y atender sus necesidades. Pero lo bueno es hay una manera fácil para que el hombre pueda trabajar en esta habilidad que es extremadamente útil en una relación. La manera que se hace es asumir lo que la mujer siente. Es decir, en lugar de preguntar, “¿Que tienes?,” diga, “Estas molesta porque se me olvidó sacar la basura, ¿verdad?” La respuesta tiene dos posibilidades, una que nos digan que si es cierto que están molestas por equis razón. Y cuando podemos identificar esa razón, eso nos da muchos puntos a nuestro favor porque acabamos de demostrar que somos emocionalmente inteligentes. La segunda posibilidad es que estemos mal y que no tenga nada que ver con la basura que se nos olvido sacar. En ese caso ellas normalmente van a querer clarificar que es lo que las tiene molestas y ¡ZAS! Se resuelve el caso de la dama seria en la casa.
De cualquier modo la comunicación entre ambos sexos es algo difícil. El instinto del hombre es de cuidar sus propias necesidades y el de la mujer es de cuidar las necesidades de los demás. En una relación el hombre tiene que aprender a cuidar a la mujer y poner sus necesidades sobre las suyas. A la mujer le toca aprender a no sacrificar sus propias necesidades por la de los demás y aceptar que el hombre la cuide. Esto es un proceso que se toma esfuerzo y tiempo que si no funciona, alguna de las partes desarrolla resentimiento que corroe lo bonito que los juntó al principio. Pero cuando esto se puede a hacer exitosamente la pareja se siente satisfecha y prospera. La comunicación es uno de los vehículos que nos conduce a esa felicidad.
(*) Psicoterapeuta en Houston. visite www.3Sesiones.com