Por Rob Arteaga ( * )
Es común que la gente sienta vergüenza de compartir una fantasía sexual con su pareja. ¿Cómo nos afecta ese pudor? El pudor puede prevenir que la pareja tenga experiencias nuevas, tan necesarias para mantener “la chispa” especialmente en relaciones duraderas. Un elemento esencial en el matrimonio es buscar experiencias nuevas, que no necesariamente tienen que ser sexuales. Sin embargo, la intimidad es una de las maneras en las que podemos manifestar físicamente el amor hacia la pareja. ¿Pero de dónde viene esa vergüenza que es un obstáculo para disfrutar plenamente de nuestra sexualidad?
Un factor importante es nuestra crianza. Especialmente a nuestras niñas las criamos para protegerlas de algún embarazo a una edad muy joven. Desafortunadamente, en muchas ocasiones llegamos a sobreprotegerlas a un grado donde la sexualidad se convierte en algo “pecaminoso” de lo que no se habla.
Como que guardamos la tierra debajo de la alfombra por nuestra propia incapacidad de explicar lo apropiado e inapropiado con nuestros cuerpos. Esto también sucede con los varones cuando de bebés se tocan su pene, les decimos que no lo deben hacer llamándolos “cochinos” u otro término negativo. Por lo general, no se hablan de nuestras partes íntimas y se desarrolla vergüenza alrededor del tema.
¿De dónde viene el pudor?
El problema nos llega a afectar cuando somos adultos, generalmente la mujer siente pudor de expresar lo que quisiera experimentar y el hombre muchas veces no sabe escuchar sin juzgar. Incluso como hombres cometemos el error de hacerlas sentir mal por buscarnos o intentar algo nuevo. El “que dirán” es un factor que influye mucho en lo que comparte la mujer. Al desanimarlas es como reforzar la conexión negativa con la sexualidad que se inyectó en nuestro inconsciente desde niños. Claro que los papeles se pueden cambiar y puede ser que sea el hombre quien pide “algo” a la mujer y es ella quien lo desalienta. Pero lo opuesto es mucho más común.
¿Pero qué podemos a hacer para mejorar y disminuir esa vergüenza? Como padres es importante tener comunicación con nuestros hijos sobre sus cuerpos y como deben protegerse. Pero debemos tambien agregar hablar sobre lo que es apropiado o no sexualmente acorde con su edad. Hay niños que empiezan a estimularse a una muy temprana edad. Y cuando esto ocurre, puede ser una alarma de que algo inapropiado ha sucedido. Lo más importante es hablar con nuestros hijos sobre la sexualidad como algo natural, como se deben proteger y cuáles son las consecuencias de hacerlo sin protección.
El arte de escuchar
Cuando ya estamos adultos y en una relación hay que saber cómo escuchar a nuestra pareja. Hay dos claves a tomar en cuenta cuando hablamos de esto, una es no juzgar a la persona por querer a hacer algo diferente y dos; tratar de entender a la otra persona. Es posible que solo quiera intentar algo por placer, pero si vamos más al fondo del caso, tal vez sea ésta la manera de sentir una satisfacción más profunda.
Por ejemplo, la mujer es común que quiera un ambiente romántico con velas y masajes. Esto es porque la mujer se quiere sentir amada y querida, que se logra tomando uno su tiempo y complacerla de una manera delicada. El hombre, en cambio, quiere apresurarse dejando la mujer con la sensación de haber sido usada, lo cual es dañino para la relación.
Recuerden, traten de entender a su pareja antes de ser entendidos, eso abre la puerta para que su pareja quiera complacerlo a usted también. Su pareja va a sentirse comprendida. Y esa habilidad es una característica de las relaciones duraderas.
( * ) Psicoterapeuta en Houston. Visite www.3Sesiones.com Twitter: @Rob_Arteaga