Por Rob Arteaga (*)
A todos nos ha sucedido alguna vez, que estamos en una relación y sentimos que estamos más comprometidos emocionalmente que nuestra pareja. Luego por alguna razón la relación se termina y queremos recuperarla. Desafortunadamente cuando estamos más enamorados que la otra persona intentamos regresar usando estrategias que no funcionan. Le suplicamos, le decimos que la amamos, le aseguramos que vamos a cambiar. Pero…el resultado es negativo, no funciona.
Vamos a analizar porque no funcionan estas estrategias cuando estamos tratando de recuperar un amor que ya nos dijo adiós.
Suplicar
“Perdóname, te necesito, por favor, vamos a intentarlo de nuevo,”. Cuando suplicamos estamos dándole a entender a la otra persona que ellos tienen el control en la relación. Al hacer eso estamos también perdiendo nuestro propio control sobre lo que podemos a hacer para mejorar las cosas. Cuando suplicamos es como darle las llaves al otro de nuestra propia felicidad.
Decir “Te Amo”
Decirle “te amo” a la persona amada, no es malo en sí mismo. Lo malo está cuando intentamos convencer a nuestro amor que regrese con nosotros porque la amamos. Es el modo de decirlo, usando un tono que suena a que estamos rogándole a la otra persona. Entonces ese “te amo” es una manera de suplicar y no es efectiva. En otras palabras es como decirle a la otra persona, “estoy mal y necesito que arregles mis sentimientos por mí.” ¿Quién va a querer la responsabilidad de arreglarle los sentimientos a alguien más? Nadie, nosotros tenemos que hacernos responsables por nuestra propia salud emocional.
Prometer que vamos a cambiar
Si tenemos que asegurarle a la otra persona que esta vez sí vamos a cambiar es porque lo más probable es que ya han hablado sobre cambios que se han pedido antes. La verdad es que nosotros como seres humanos tenemos la tendencia de a hacer lo que es cómodo y convertirlo en un hábito. Muchas veces si no sufrimos una consecuencia lo suficientemente negativa, no cambiamos esos hábitos. Y para cuando le decimos a ese amor perdido que esta vez va a hacer diferente, o no nos van a creer, o bien ya es demasiado tarde.
Caer en discusiones
Al discutir en la relación estamos pensando que nosotros tenemos la razón y que tenemos que convencer a la otra persona que nosotros estamos correctos. Cuando eso sucede están dos seres chocando el uno con el otro y no se resuelve nada. ¿Estoy insinuando que siempre tenemos que ceder durante los argumentos para resolverlos? No necesariamente, pero en mi práctica profesional me he venido dando cuenta que el aceptar a su pareja y no tener que resolver todo, eso es una manera de disminuir malentendidos y evitar muchos problemas.
Mostrar debilidad
Otra razón por la que no funcionan estas estrategias es porque lo que nos motiva es nuestra debilidad y falta de autoestima. Si actuamos desde un punto de vista débil es muy difícil conseguir lo que queremos. Es como cuando estamos sin un centavo, y tenemos un número de cuentas que no podemos evitar y estamos sin trabajo. Al buscar empleo en esas circunstancias, esa desesperación a veces se transmite en nuestra presentación y muchas veces no nos dan el trabajo porque proyectamos inseguridad y desesperación. Y por el contrario, cuando estamos bien en nuestra profesión y sabemos que podemos contribuir a una empresa, ahí podemos comunicar que tenemos valor y así complementar a una compañía. En el amor es similar tenemos que motivarnos por nuestros atributos positivos para poder crear una relación sana y prospera de crecimiento mutuo. No olvidemos que el amor es un sentimiento espontáneo, no podemos obligar a otro a que nos quiera.